Muy bien, ahora sí nos arremangamos y nos ponemos manos a la tierra. Si ya has elegido qué tipo de flor quieres cultivar, ahora empieza lo bueno: comprarla, trasplantarla, o incluso sembrarla tú misma desde semilla o bulbo. Y, por supuesto, vamos a hablar de sustratos, abonos, y cómo cuidar a nuestras plantas de flor…